Inmersos en la tierra,
la sal, su sabor.
Son la belleza de una estructura
que sigue danzando,
cuando de la penumbra salen
a pisar otros campos.
Los años se llevan las polillas
de lo que fue un día piel,
pero su devoción se adhiere
a un recuerdo de latidos cruzados.
El copal, las flores y una canción
que a susurros abraza al viento,
sus fotos encendiendo la vida
en donde queda sólo calcio…
Amores que no saben olvidarse,
viajan juntos en toda dimensión.
Amores que se besan las almas
al mecerse en historias de primavera.
Amores que trascienden en la luz
y a contratiempo,
a conciencia por naturaleza…
Inmersos en la tierra,
son amores calavera.
Alejandra Cárcamo @ale_clz
Imagen: Pinterest