-¿Por qué siempre tejes, abuela?-le pregunté de pequeña.
-Para recordar, abrazo recuerdos, mi niña.- contestó, sin desviar la vista del par de agujas gruesas, que bailaban con sus dedos.
Aprendí que la vida está hecha de hilos…
Los caminos, las personas, los paisajes.
Cada hilo encuentra a otro, y empieza a tejer algo nuevo.
Deshacer lo concebido es imposible,
cada punto y revés marca el ritmo del destino.
Toda partícula de nuestro ser está hecha de hilos…
Las células, la sangre, los huesos.
Nuestros tejidos resisten el movimiento del alma,
se enlazan como raíces en lo más profundo.
Son estos hilos inquietos los que buscan aventura,
los que podrán tensarse pero no romperse.
Los hilos conectan telaraña a telaraña
un laberinto de pensamientos infinitos.
Quiero ir por ahí con un suéter de historias
y una máquina de coser en el corazón.
Quiero enredarme en cada bufanda
y tejer el mundo entero contigo.
Alejandra Cárcamo @ale_clz
Imagen: Pinterest
Hermoso
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