Marqué la fecha en el calendario.
Ese día te abrí la puerta; no fue destino, sólo curiosidad.
Entraste impaciente, querías asomarte en cada ventana.
Cuando me invitaste a ti,toqué paredes, rocé suelos;
caminé por terrenos ocultos con los pies desnudos.
A contraluz muchas veces, cegada por la oscuridad.
Me habitaste la mente, dormiste en los sesos,
por eso te soñaba, por eso te pensaba sin querer.
Te habité los poros de los huesos, todo el esqueleto
cuando me contenías armonioso entre tus costillas.
Me habitaste la sangre, tú tan escurridizo atrevido,
como los ninjas, te infiltraste silencioso y audaz
al espacio tridimensional dentro de mi pecho.
Te habité la piel, me metí en cada espacio diminuto
de tus dedos, de tus ojeras y hasta en tus rasguños.
Hay puertas que con facilidad se abren,
otras se vuelven muros.
Existen espacios que se vuelven tu casa
y otros un hotel de paso.
¿Nos desalojaremos?, es probable.
Pero, hasta no tachar una nueva fecha del calendario,
anda, usa todas las llaves.
Alejandra Cárcamo @ale_clz
Imagen: Pinterest