Princesa nocturna,
con tus ojos cafés,
como la tierra que te vio nacer,
danzas con gracia sobre las nubes,
y te columpias entre las cortinas de mis sueños,
acaricias mi cabello cuando estoy dormido,
me susurras las más bellas melodías al oído,
y con tus blancas manos arrancas todas
las falacias que acosan mi mente.
Reina de mil flores,
adornas con polen tu cabello,
y vistes tu cuerpo con diez mil pétalos,
te bañas en néctar,
y con cada primavera vuelves a nacer.
Tu brillo, como ningún otro,
despeja la neblina de mi mirar,
dejando todo en claridad,
y con tu soplo sagrado
borras todo el polvo del pasado,
déjame besarte, doncella salvaje,
deja que te robe al menos, un poquito de inmortalidad.
Autor: El Cortez, Alberto
Contradictorio, profundamente humano, peleador y artista; desde pequeño he sido una mezcla para nada homogénea; boxear me lastima, escribir me cura; ambas me hacen sentir vivo. Intenso, y con una curiosidad imposible de saciar, voy por la vida como todos los demás, con altas y bajas, pero siempre con ganas de más, y a sabiendas de que nunca voy a renunciar a lo que me hace tanto bien, pero tanto mal.
ILUSTRACIÓN: Vanessa Moreno
Mas Jovenes como Tu! Indudable talento💜
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gracias por leer y conectar, Ana!
Me gustaMe gusta
Un poema que de verdad gusta. Son exquisitos tus versos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, este colaborador de nombre Alberto es muy audaz, le compartiremos tu comentario.
Me gustaLe gusta a 1 persona